Creo que la única cosa mala de trabajar en casa es que puedes quedarte perfectamente todo el día en tu escritorio sin salir. Bueno, eso me pasa ahora: me acabo de dar cuenta que hoy no salí de mi casa y eso puede ser un poco deprimente.
Por eso a veces es bueno salir por un cafecito o simplemente caminar. Hace dos semanas atrás encontré un puestito frente a una cafetería que vende una gran variedad de frutas y verduras y me pone de lo más feliz ver sus colores o sentir el olor de una brillante naranja.
A veces siento que mi vida es algo simple, y me gusta porque puedo enamorarme de cosas como un racimo de zanahorias.
Trabajo en casa hace un par de años, pero como norma desayuno todos los días (me obligo) en "Dominó", aprovechando el camino de ida y regreso, las conversaciones del lugar, etc, para ponerme al día del mundo. Saludos
ReplyDeleteAndrei:
ReplyDeleteQué suerte! :)